Posible ascenso
La Guerra Civil motivó la paralización de la competición. Finalizada la contienda se reanudó el campeonato, registrándose el regreso del Atlético Tetuán a principios de 1940. El club, por motivos obvios, sufrió una importante reestructuración, especialmente en lo que a plantilla se refiere, ya que algunos de los jugadores más importantes del plantel no pudieron ser recuperados. En este año 1940 se crea la Federación del Norte de África que se integra en la Federación Española de Fútbol, organismo que ofreció al Atlético Tetuán la posibilidad de participar en la Segunda División Española. El club rojiblanco declinó la invitación, y optó por disputar el Campeonato Hispano-Marroquí, competición que ante el escaso número de equipos, fue dividida en dos fases. En la primera, tomaron parte cinco conjuntos, finalizando el Atlético en la tercera posición sumando diez puntos y dos positivos –el Tánger fue el líder con doce puntos y cuatro positivos-. En la segunda parte de la competición, se redujo a cuatro el número de participantes. El Atlético Tetuán obtuvo el farolillo rojo al sumar tan sólo dos puntos.
El 18 de junio de 1940 el FC Barcelona visitó el estadio Varela para disputar un partido amistoso frente al Atlético Tetuán. El mismo finalizó con un resultado contundente: 1-8. Por el equipo azulgrana jugaron: Nogués; Ceballos, Anguera; Raich, Rosalench, Calvet; Sospedra, Gracia, Vergara, Escaich y Bravo. El Atlético puso en liza la siguiente alineación: Bautista, Abdelah, Pedrito; Granada, Mustafa, Imbers; Copado, García, Bernal, Lara y Casita.
En la temporada 1941/1942 el Atlético Tetuán se alzó con el primer puesto en el Campeonato marroquí, logrando la clasificación junto al África Ceutí, que acabó en la segunda posición, para la disputa de la fase de ascenso a Segunda División. El Atlético que fue encuadrado junto al Xerez, Onuba, Cádiz, Ceuta y Badajoz finalizó la fase en penúltima posición, logrando el ascenso de categoría el Ceuta Sport y el Xerez.
En la temporada 1942/1943 el fútbol español sufrió una reestructuración creándose la Tercera División, último escalafón dentro de las categorías nacionales. El Atlético Tetuán afrontó el Campeonato de Marruecos con la intención de dar el salto de categoría, objetivo que consiguió después de acabar líder en la dos fases que componían la competición liguera. Sus dos primeros puestos le valieron para lograr, por primera vez en su historia, un hueco en categoría nacional. Durante la misma temporada, y ya con el ascenso a Tercera División conseguido, disputó la promoción de ascenso a Segunda División. El conjunto tetuaní, con doce puntos, rozó el ascenso, ya que obtuvo los mismos puntos que el segundo clasificado, el Murcia, y a uno del Málaga, que junto al cuadro murciano obtuvo el ascenso.
En la temporada 1943/1944, el Atlético Tetuán debutaba en categoría nacional –Tercera División- quedando encuadrado junto al Hércules de Cádiz, Málaga, Coria, Algeciras, Linares, Onuba, Córdoba, Balompédica Linense y Olímpica Jiennense. Finalizó la competición en quinta posición. Una temporada más tarde -1944/1945- consumó su descenso a Regional, después de acabar como colista en el campeonato liguero y caer derrotado en la promoción por eludir el descenso ante el Larache. Pero no tardó mucho tiempo en regresar a Tercera División, puesto que en la siguiente temporada superó al Cádiz en la promoción de ascenso.
A la tercera, la vencida
Después de tres temporadas en Tercera División, el Atlético Tetuán lograba en la temporada 1948/1949 un histórico ascenso a Segunda División, comenzando esa temporada su época dorada que viviría su esplendor con el ascenso años más tarde a Primera División. El club estaba presidido por Julio Parres López. Por aquel entonces la Segunda División estaba formada por dieciséis equipos: Albacete, Alcoyano, Balompédica Linense, Cartagena, Castellón, Córdoba, Elche, Granada, Hércules, Levante, Mallorca, Mestalla. Murcia, Plus Ultra y Salamanca. El conjunto rojiblanco debutó en casa ante la Balompédica Linense. Debut inmejorable puesto que el Atlético se impuso por dos goles a cero gracias a los tantos marcados por Pepín y Solano. El once inicial fue el siguiente: Pachón; Larosi, Humanes, Cabello; Ramoní, Sevilla; Antoñito, Solano, Bozambo, Pepín y Mancheño. Pese a ser un equipo recién ascendido, la plantilla dirigida por Santiago Núñez realizó una más que digna temporada, finalizando la competición en el quinto puesto con treinta y cuatro puntos y cuatro positivos.
La temporada 1950/1951 fue una temporada inolvidable para los aficionados del Atlético Tetuán, que vieron como aquel equipo modesto iba escribiendo con letras de oro su propia historia, al lograr el ascenso a Primera División. Aquella temporada el Atlético Tetuán se proclamó campeón, consiguiendo el ascenso una jornada antes del final y superando al segundo clasificado, el Salamanca, en tres puntos. Los rojiblancos sumaron treinta y cinco puntos y siete positivos. El primer puesto no sólo tenía como recompensa el ascenso a la máxima categoría, sino también la participación en la Copa de España, quedando emparejado con el F.C. Barcelona. En el partido de ida disputado en el estadio Varela el cuadro catalán venció por un gol a tres, dejando muy cuesta arriba la eliminatoria. En este partido debutó el jugador Chicha, uno de los mejores futbolistas en la historia del club. En la vuelta, en el estadio ‘Les Corts’, los azulgranas vencían claramente por cuatro goles a uno.
Primera División
El ascenso a Primera División suponía una auténtica hazaña para aquel equipo modesto fundado unos años antes, y que en la temporada 1951/1952 vivía un sueño que en sus inicios era totalmente inalcanzable: jugar en la máxima categoría del fútbol español.
La plantilla de aquel histórico Atlético de Tetuán, según recoge en su libro Julio Parres Aragonés, estaba formada por: Hurtado, Pachón, Castillo, humanes, Seisdedos, Alarcón, Jaco, Solano, Martí-Gimeno, Sevilla, Vivet, Patricio, Manolín, Moreno, Chicha, Julián y Antoñito. Junto al club tetuaní aquella temporada militaban en Primera División los siguientes clubes: FC Barcelona, Athletic de Bilbao, Real Madrid, Atlético de Madrid, Sevilla FC, Valencia CF, Real Sociedad, Real Valladolid, Celta de Vigo, R.C..D. Coruña, Real Gijón, Real Santander, Real Zaragoza, U.D. Las Palmas, R.C.D. Español.
El Atlético Tetuán debutó el 9 de septiembre de 1951 frente al Zaragoza. Partido histórico que se saldó con derrota por cero a uno. El once inicial fue el siguiente: Pachón; Castillo, Humanes, Julián; Solano, Martí-Gimeno; Antoñito, Manolín, Moreno y Chicha. En su primer desplazamiento se enfrentó en Chamartín al Real Madrid, que vencía por cuatro goles a dos. Patricio tuvo el honor de marcar el primer tanto en la máxima categoría. La primera victoria no tardó en llegar, puesto que en la tercera jornada el Atlético doblegaba en casa al Celta por dos goles a uno. Pese a lo que significaba jugar en la élite del fútbol español, la temporada no fue fácil para el Atlético que acababa la competición como colista con diecinueve puntos y once negativos, consumándose el descenso a Segunda División. Julián y Chicha fueron los máximos goleadores del equipo con doce y once tantos, respectivamente.
Durante las siguientes temporadas y hasta el final de su historia –temporada 1955/1956- el Atlético Tetuán militó en Segunda División. Su último partido oficial lo disputó en tierras sevillanas ante el Betis, al que venció por un gol a cuatro. La fusión entre el Atlético de Tetuán y la S.D. Ceuta el 10 de julio de 1956 supuso la desaparición de ambos equipos, y el nacimiento del Atlético de Ceuta.
Entre los jugadores más importantes que a lo largo de su historia defendieron la camiseta rojiblanca destacan, entre otros: Andrés Mateo, Iriondo, Ramoní, Lesmes y Matito –todos ellos llegaron a ser internacionales-, Chicha, Pachón, Martí-Gimeno o Juanele. Actualmente, el Atlético Tetuán figura en la clasificación oficial de la Liga Española en la penúltima posición con diecinueve puntos, por encima de la Cultural, que cuenta con catorce.
Su paso por Primera División fue efímero, pero en el recuerdo de muchos aficionados quedan los trayectos en tren o autobús para disfrutar de aquellas gloriosas tardes de fútbol protagonizadas por club, cuya historia es irrepetible.