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miércoles, 12 de enero de 2011

Youssef El-Arabi, del Caen, acapara portadas en Francia por sus goles en la Ligue 1

El pichichi de la 'banlieue'

Youssef El-Arabi celebra un gol al Nancy, el pasado 30 de octubre. (Afp)
Youssef El-Arabi celebra un gol al Nancy, el pasado 30 de octubre. (Afp)

Llegar a la élite nunca fue sencillo, pero en algunos sitios en los que la supervivencia diaria es asignatura obligatoria, triunfar en el fútbol es un desafío imposible. Sobre todo si vives en una barriada pobre de Caen (noroeste de Francia), con unos padres que tienen que trabajar duro toda la semana para que sus siete hijos no caigan en la droga o en manos de las bandas, no acaben en la cárcel y además puedan comer.
Esa es la historia de Maradona en el vertedero de Villa Fiorito, la de Peléen la favela de Tres Coraçoes y la de Zidane en el empobrecido barrio marsellés de la Castellane. Ahora el relato del desharrapado se repite con el nuevo pichichi de la liga francesa, Youssef El-Arabi, de 23 años. Tras un impresionante inicio de temporada se ha convertido en la estrella del recién ascendido Malherbe Caen y en el jugador revelación de primera división.
No es para menos: ha marcado ocho de los 13 tantos de su equipo en sólo 12 partidos. Sus méritos le han catapultado a la cumbre y desde este fin de semana encabeza la lista de goleadores, junto con Dimitri Payet, del Saint-Etienne.
Pero su ascenso se produce desde bien abajo. En concreto, desde un suburbio de población inmigrante en Herouville, Saint Clair, donde Youssef nació. Mientras él trasteaba con el balón sus padres, de origen marroquí, peleaban por sacarles a él y a sus siete hermanos adelante. Ella, como ama de casas, y él como mecánico.
El Arabi nunca permaneció ajeno a la influencia del entorno. Algunos de sus hermanos han tenido problemas con la justicia y uno de ellos murió el año pasado en Marruecos. A él, también sometido a las reglas de la calle, casi le trunca su carrera como futbolista. A los 13 años empezó a jugar en el Stade Malherbe Caen, pero lo echaron por su falta de seriedad y su comportamiento incorrecto. "Era aún muy joven, muy inconsciente", ha asegurado al diario galo 'Le Parisien'.
Tras pasar por el Mondeville, el equipo que lo formó como futbolista, el Caen le dio una segunda oportunidad. Youssef dejó el colegio y firmó un contrato "de la época, a cero euros". Su actual equipo nunca se alegrará lo suficiente de su decisión. La temporada pasada, en Segunda División, se convirtió en uno de los artífices del ascenso a Primera y acabó la temporada con 11 goles y ocho asistencias.
Ya en Primera, el niño de la banlieue ha prolongado su contrato con el Caen hasta 2013, gana mucho dinero e incluso está en el punto de mira de clubes como el Everton, el Sporting de Lisboa o incluso el París Saint Germain. Además, ha sido nominado por la Unión francesa de Futbolistas profesionales como mejor jugador de octubre de Primera División.



Internacional... Marroquí

El 17 de noviembre jugará su primer partido con la selección, aunque no con la gala. El delantero ya había admitido su preferencia por la selección marroquí. "Ya es un triunfo jugar en Primera, pero si una selección me llamara yo preferiría que fuera la de Marruecos, porque son mis raíces", ha declarado al diario deportivo galo 'L’Equipe'.

A pesar del éxito, El-Arabi quiere mantener los pies en el suelo. Sabe bien de donde viene. De hecho, el número 15 del Caen sigue viviendo con sus padres en un piso de protección del barrio que lo vio nacer. Aunque ahora es Youssef el que les devuelve la pelota. Con sus 20.000 euros al mes de sueldo ayuda a su familia. Según ha confesado, sólo se ha permitido un pequeño capricho: un 4x4.


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