Desde el pionero Padre Jégo, ha habido otros cuantos osados que han cruzado la frontera divisoria entre ambos clubes, a riesgo de ganarse la ira de la mitad de la población de Casablanca. Evidentemente, hace falta tener fortaleza de carácter, una buena dosis de valor y mucho talento para poder estar a la altura de semejante reto. Y Said Fettah, centrocampista del Wydad que el invierno pasado cambió el uniforme verde por el rojillo, demuestra cada fin de semana que dispone de todas esas virtudes.
“Esta rivalidad no es diferente a la que existe entre el Real Madrid y el Barça, y, en esencia, es buena para el deporte”, señaló Fettah en una entrevista concedida a FIFA.com. “Personalmente, soy hincha del WAC desde muy pequeño, y siempre me he sentido muy vinculado a este club. Las circunstancias quisieron que jugase primero en el Raja, pero cuando se presentó la oportunidad de recalar en el equipo de mis amores, no lo dudé ni un instante”.
Del verde al rojo con algún arrebato
El talentoso centrocampista de enganche, por tanto, se forjó futbolísticamente en el Raja Club Athletic. Fue un tal Fethi Jamal quien detectó con apenas 10 añitos a la perla marroquí, que se integró en la cantera del Raja y fue ascendiendo sin prisa por las diferentes categorías. Sus innegables cualidades con el balón en los pies compensaban su frágil físico y, de esa forma, pudo disputar la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA Holanda 2005. Allí contribuyó a la magnífica trayectoria de los Leones del Atlas, que llegaron hasta semifinales bajo la dirección técnica de… Fethi Jamal.
Sin embargo, fue otro entrenador, el argentino Óscar Fullone (otro que sabe lo que es hacer el camino de ida y vuelta entre el Raja y el Wydad), quien lo hizo debutar como profesional en 2006. Con las Águilas Verdes, entre otras cosas, el joven Fettah ganó la Liga de Campeones árabe en 2006, y se proclamó campeón de Marruecos en 2009. Su temperamento fogoso, no obstante, le jugó malas pasadas, y llegó un momento en el que su buen rendimiento sobre el campo ya no compensaba sus broncas puntuales con los directivos del Raja. De esa forma, acabó fichando por el vecino rojiblanco el pasado enero. Y, desde luego, no se ha arrepentido de su decisión.
“Tenemos una plantilla muy unida, que juega con un admirable espíritu de equipo. En el club se respira un ambiente abierto y distendido: a menudo, los jugadores vienen con sus familias”, explicó Fettah. “La pasada liga se nos escapó porque nos faltó constancia. Ahora queremos corregir eso a toda costa, aprendiendo la lección y apoyándonos en nuestros refuerzos. Este año, espero que ofrezcamos un mejor rendimiento. Nuestras ambiciones apuntan tanto a escala continental como nacional”.
Una ambición en tres dimensiones
Resulta difícil no tomarle la palabra a la nueva piedra angular del WAC. Pese a tener un partido pendiente, el equipo de Casablanca ya empieza a pasearse como líder del campeonato, con 0 goles en contra al cabo de 6 jornadas. Al mismo tiempo, se prepara para disputar contra el Espérance tunecino la segunda final de la Liga de Campeones africana de su historia, tras la que ganó en 1992. Una victoria de los marroquíes les abriría las puertas de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2011…
“De momento, me parece algo lejano; primero hay que lograr dar el último paso. Como cualquier jugador ambicioso, sueño con enfrentarme a los mejores equipos del mundo, pero casa cosa a su tiempo: primero tenemos una final que hay que sacar adelante”, señaló con prudencia Fettah, a quien se vigilará especialmente con lupa en ese choque decisivo. “Es una de las piezas clave del Wydad, y un jugador muy técnico. No hay que dejarle tener el balón, porque casi todas las jugadas del WAC parten de sus botas. Habrá que redoblar la vigilancia con respecto a él”, anunció a FIFA.com el entrenador del Espérance, Nabil Maaloul.
Y al parecer, las cualidades del centrocampista de 25 años no sólo saltan a la vista para Maaloul. El seleccionador de Marruecos, el belga Eric Gerets, lo convocó a finales del pasado agosto para incorporarse al combinado absoluto. “Es un honor inmenso jugar con tu país; es el sueño de todo futbolista”, reconoció el internacional de nuevo cuño. “Nuestra clasificación para la fase final de la CAN constituye un magnífico triunfo, tanto para los jugadores como para el pueblo marroquí. Tenemos un bloque unido y con carácter ganador. Creo que Marruecos parte con todas las posibilidades en ese campeonato, y puede reivindicar el papel de favorito”.
Antes de brillar con su país en la gran cita continental del próximo enero, a Said Fettah se le presenta la oportunidad de poder destacar en la escena mundial con su equipo, participando en la máxima competición de clubes en diciembre. Será también una ocasión para ajustar cuentas con el único conjunto marroquí que ya la ha disputado, en el año 2000: ¡el Raja!
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